Arquitectura del Recorrido & Envolvente
Realizando una comparación entre lo construido por la naturaleza y lo construido por el hombre, encontramos que la riqueza última geométrica de un árbol es infinitamente superior a la de un edificio. Ello es debido a que en el árbol existe una sucesión de puntos, que en cada uno de ellos compone una forma diferente de arquitectura. A diferencia con un edificio, en que la sucesión de puntos es conformada por el apilamiento de cada uno de sus pisos.
De ésta manera veremos sintéticamente la relación geométrica que existe entre un árbol y un recorrido arquitectónico por medio de dos simples conceptos. El Punto y la Línea.
Punto
Cada punto que definimos en el espacio, elaboramos una situación funcional. Podemos ver que en toda vivienda existen puntos funcionales bien definidos, como son acceso, comer, dormir, estudiar, pensar, estar, en donde la presencia de cada uno de ellos es mayor o menor acorde a la cultura. En EEUU es muy normal que la función “mirar TV” tenga una parte importante en la vivienda, como también el “Garaje”, en los pueblos de Argentina es muy apreciada la función Cocina Comedor, por lo que la importancia de las personas a ese lugar hace que tenga diferentes proporciones, siendo la TV un anexo a esa función.
Realizando una conexión gráfica aproximativa de puntos obtendremos…
Con éstos principios básicos de envolventes dinámicas y estancas desarrollamos la función que contiene un paralelismo innato con la geometría.
Función
Si citamos el ejemplo del árbol, notaremos que esta compuesto tanto para la geometría como para la función en cuatro partes.
Geometría: Agua > Función: Nutrición desde las raíces
Geometría: Sol > Función: Capilaridad y permeabilidad interior
Geometría: Aire > Función: Condensación exterior
Geometría: Tierra > Función: Espacio de anclaje
Este tipo de movimientos corresponde a un adulto, que tiene como objetivo, hacer algo en concreto.
Objetivos atrayentes
La publicidad o el medio en que nos encontremos llaman nuestra atención y nos derivamos desde un punto atrayente hacia otro.
Un simple ejemplo es el centro comercial, donde las personas van desde un punto hacia otro, por medio de la atracción/imagen. Este recorrido zigzagueante está presente también en los niños, que les llama la atención todo lo que existe a su alrededor y necesitan ir de un lado hacia otro, probando, tocando, y sintiendo con todos los sentidos.
Sin objetivos aparentes
Cuando caminamos por ocio o transitamos sin necesidad de llegar a un punto u otro, el mismo recorrido lineal, pasa a ser el objetivo. En estos ejemplos el punto que marca el objetivo concreto se dispersa en la línea, provocando formas levemente sinusoidales.
Estas formas de transitar contienen una relación directa con los objetivos internos, que por medio de una necesidad propia, comenzamos a encontrar nuestros objetivos en el presente.
Internos
Cuando contenemos una serie de necesidades propias, elaboramos por medio de nuestra voluntad una serie definida de puntos objetivos para cumplir. A diferencia del externo, estos objetivos tienen prefijada una ordenación. Generalmente la duración de un día para planificar objetivos. Ellos son muy simples de comprender porque es lo que realizamos diariamente.
Objetivos únicos
Opera de la misma manera en que opera un objetivo directo, pero cambia su intención.
Objetivos secuenciales
Depende de las necesidades y formas psicológicas de operar ante la variedad de objetivos. Distingo aquí los dos tipos más comunes, y que se diferencian acorde a la importancia del objetivo. Personalmente mis objetivos son adoptados de la primer manera.